sábado, 23 de abril de 2011

Periostitis I

La periostitis tibial.
Un síndrome importante en los atletas, sobre todo en corredores de medio fondo y fondo, es la Periostitis Tibial, denominada: shin splint, tibia dolorosa, tibia rugosa,  síndrome de estrés medial de la tibia (MTS), periostosis tibial, etc. terminologías variadas todas ellas que vienen a decir que la tibia o tibias duelen. Es una afectación común en los atletas y saltadores. Suele originarse  en el periodo que va del entrenamiento en campo a través, al que se practica en pista en corredores de medio fondo y fondo, cuando se inician las series de tipo interval-training o similares.



Un dolor, inflamación o quemazón cuando estamos corriendo en la cara antero-interna de la pierna, en la tibia, en la “espinilla”, puede ser el síntoma de una PERIOSTITIS TIBIAL, patología típica en el fondista, sobretodo en entrenamientos de distancias que requieran muchas horas, como medias maratones y maratones, aunque también podemos verla en corredores de menos distancia, dado que la tibia es una zona muy solicitada en el ejercicio de correr.


La PERIOSTITIS, es una inflamación aguda o crónica del PERIOSTIO (peri = alrededor, y osteo = hueso), que es una membrana fibrovascular que rodea las piezas óseas, recubre los huesos, y en especialmente a la tibia, por su superficie externa excepto en lugares de inserción de ligamentos, tendones, y superficies articulares (la superficie externa del hueso a nivel de las articulaciones está cubierta por cartílago hialino, llamado cartílago articular), confundiéndose con las terminaciones de los tendones sobre el hueso.

El periostio sirve de lecho de sostén para los vasos sanguíneos y las terminaciones nerviosas que van al hueso (siendo por ello muy sensible) y para la fijación de los tendones y ligamentos (es muy resistente).

Podemos decir, que el PERIOSTIO es la vaina fibrosa que cubre los huesos y  que contiene vasos sanguíneos y nervios que nutren y le dan sensibilidad a los mismos. A esta capa se pegan los músculos, como en el caso de la Tibia: el gemelo, soleo, tibial posterior, flexor de los dedos, tibial anterior, que usamos en la práctica del ejercicio de correr,  encima de ella tenemos una capa de grasa y por último, la piel. En concreto,  el dolor es el resultado de la tracción que ejercen los músculos que se unen a la tibia sobre ella.

La PERIOSTITIS TIBIAL  es el nombre genérico que se le da a la irritación inflamatoria de la membrana externa de la TIBIA.

El PERIOSTIO presenta dos zonas:
  1. EXTERNA, fibrosa, rica en vasos y nervios (terminaciones nerviosas que le hacen muy sensible a la manipulación), que se continúa con el tejido conectivo próximo y que mediante la irrigación sanguínea provee de nutrición al hueso (las terminales nerviosas no llegan hasta el hueso, terminan en el periostio, por esta situación es una lesión tan dolorosa).

  1. INTERNA, de recambio, en íntima relación con el hueso y de la que parten fuertes fibras colágenas y elásticas, contiene células que se transforman en osteoblastos que son los responsables del aumento de grosor del hueso y los encargados de producir la sustancia para que este crezca en anchura y se renueve. Después de una fractura ósea  son esenciales en el proceso de curación.
Cuando la tibia nos “quema” la CAUSA de la PERIOSTITIS TIBIAL puede ser anatómica, aunque también puede estar unida a la intensidad de la práctica del entrenamiento, en el corredor, y a los terrenos sobre los que se practica, (sobre superficies planas o inclinadas), utilizar calzado de mala calidad o cuando el grupo muscular gemelo-sóleo y el tibial anterior trabajan de una manera desbalanceada.

Como una quemazón, este dolor a nivel de la tibia que se nos presenta mientras estamos corriendo y situado en la cara antero interna de la tibia,  con frecuencia (un 50% de los casos) afecta a las dos piernas. La palpación de la zona es dolorosa y el dolor puede sobrevenir mientras corremos.

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